Vicky Sueiro in Memoriam es el nombre que identifica los Simposios Latinoamericanos de Estudios Regionales y Urbanos promovidos por la Universidad de Cienfuegos y su carrera de Historia. A Victoria María Sueiro Rodríguez, se dedican los encuentros bianuales, a los cuales se suman cada vez más historiadores, estudiosos de la historia regional y urbana desde sus diversas dimensiones, enfoques e interpretaciones.

Sin embargo, queda un espacio imposible de llenar, desde el pasado 26 de marzo de 2018 cerca de las 11:00 de la noche, cuando Vicky fue víctima de una afección cardiaca y la muerte nos arrebataba con su paso implacable a nuestra eterna Victoria María Sueiro Rodríguez, historiadora que trasciende por su obra y legado histórico-cultural, el cual dedicó a su amada Cienfuegos. No obstante, Vicky nos seguirá acompañando a cada uno de nosotros en su quehacer cotidiano, en el digno oficio de historiar, porque estará ahí, en las disímiles formas y maneras en que nuestra subjetividad la visualice.

Durante varios años acompañó al entrañable Hernán Venegas en la organización de los Talleres de Estudios Regionales y Urbanos convocados en la sede de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas. Con peculiar inquietud y una sonrisa indescriptible que le iluminaba el rostro, permanecía desde el inicio del evento hasta el final, fiel a la Historia, a su mentor y amigo, quien tanto le aconsejó para que llegara a ser la excelsa historiadora que fue, de hecho la primera Doctora en Ciencias Históricas de Cienfuegos.

Nunca le he escrito a Vicky a manera de despedida, me gusta más hacerlo a modo de recordación. Mi interpretación de su desaparición física, entraña otro sentido. No se puede despedir a quien trasciende como una incansable profesora, estudiosa e investigadora de Cienfuegos y su acontecer. Eterna enamorada de las asociaciones femeninas sureñas, de la temática racial, del lugar social de los negros y mestizos en la cultura de esta tierra.

Cienfuegos cobró voz a través de su obra en más de ciento veinte comunicaciones y ponencias presentadas a eventos científicos, coloquios, congresos, talleres y seminarios. Unido a ello, su infatigable labor la hizo merecedora de innumerables menciones, distinciones, premios y reconocimientos.

Por lo tanto, a este, que hoy les escribe y quien tuvo el placer de compartir con ella varias sesiones de intercambio sobre la historiografía sureña, se le hace imposible despedirla. Mis razones son simples, pero convincentes; no puede despedirse a alguien con tanta vida. Por lo tanto, mis palabras son y serán siempre motivo para recordarla.

Es solo su presencia física la que no nos acompaña, la que duerme el sueño eterno. Lo sabía antes de partir, que no podíamos permitirle más, que el resto de ella se quedaría con nosotros para siempre.

Las aguas de Jagua la acunaron como digna embajadora de Clío en el reino de Poseidón. Allí asistimos congregados por el sinsabor de la partida sin regreso. Hasta la orilla la seguimos, como testigos fieles de la ternura y delicadeza con la que su fruto mayor esparciera sus cenizas en el mar. Vives aquí Vicky, en las aguas de tu amada bahía. Te encontraremos allí cada tarde, en la costa, engalanada por tu esbelta figura y tú sonrisa inolvidable, confiada junto a Martí de que la muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida.

Por Lesby Domíguez Fonseca

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