En un rincón de la Perla del Sur, donde el mar susurra historias y el viento acaricia los sueños, se alza la Universidad de Cienfuegos, un faro de conocimiento y crecimiento que este año celebra su 45 aniversario. En el marco de esta celebración, la serie “Protagonistas” se enriquece con la presencia de la la querida profe Yorisel, quien, con una mezcla de sorpresa y gratitud, comparte su viaje a través de esta casa de altos estudios.
“¡Sorpresa!” dice y nos imaginamos su sonrisa típica y sincera al enterarse de que sería parte de esta serie. Sin embargo, su modestia no le permite ver lo que otros sí reconocen: su papel fundamental en la historia de la Universidad. Para ella, este espacio es un homenaje a todos aquellos que han dejado huella en la comunidad universitaria, un tributo a los que, día tras día, construyen el futuro desde las aulas.
Yorisel recuerda con nostalgia sus inicios como estudiante, aunque no en Cienfuegos, sino en Santiago de Cuba, su tierra natal. “Soy Santiaguera de nacimiento”, confiesa, mientras sus ojos brillan al recordar aquellos días. Sin embargo, su viaje no terminó allí; hoy se encuentra del otro lado del escritorio, compartiendo su sabiduría con nuevas generaciones. “Pertenecer nuevamente a un grupo de estudiantes ha sido un momento de aprendizajes y crecimiento personal y profesional”, expresa con emoción. Esa dualidad entre ser estudiante y profesora le ha permitido vivir una experiencia única, un ciclo de aprendizaje que nunca cesa.
La Universidad de Cienfuegos es más que un centro académico para Yorisel; es su hogar. “Casi estoy al cumplir mis 15 primaveras aquí”, dice con orgullo. En este lugar encontró no solo una carrera, sino una familia. “Me acompaña un colectivo de profesores increíbles, amigos en cada tarea y hermanos en cada situación familiar”. En sus palabras, se siente la calidez de una comunidad que trasciende lo profesional, donde cada sonrisa del personal de apoyo a la docencia se convierte en un abrazo que da fuerza para enfrentar cada nuevo día.
Aparejado al conocimiento, Yorisel enfatiza la importancia de desarrollar habilidades. “Deben preocuparse por adquirir habilidades profesionales, pero también habilidades para la vida. Aprender siempre de todo y de todos es el mejor consejo que pudiera darles”. Esta visión integral del aprendizaje es una guía para sus estudiantes, recordándoles que el conocimiento va más allá de las aulas.
Entre los recuerdos más entrañables de Yorisel están sus estudiantes, esos “hijos del corazón” que han llenado su vida de alegría y satisfacción. “La vida me permitió tener tres hijos maravillosos”, reflexiona, “pero la universidad me permitió tener más hijos de los que una mujer biológicamente puede concebir”. Cada uno de ellos es un capítulo en su historia, un testimonio del impacto que ha tenido en sus vidas y del legado que continúa construyendo.
A medida que la Universidad se prepara para celebrar su aniversario, Yorisel deja un mensaje claro para los estudiantes actuales: “El tiempo pasa, hagamos algo o no. Por eso es mejor hacer siempre algo productivo”. Con esta sabiduría, invita a cada joven a aprovechar cada instante, a acumular conocimientos que serán tesoros invaluables en el camino hacia el futuro.
Al hablar sobre el aniversario de su alma mater, sus palabras se llenan de emoción: “A mi universidad le deseo el mayor y mejor de los deseos. Creo que el aniversario que cumple cada año es también algo que me liga desde el punto de vista personal a MiCasaUcf. Nací el 5 de diciembre de 1979, un día antes de que se fundara esta institución de Educación Superior, así es que mis años van aparejados a los de la Universidad de Cienfuegos. Es este un motivo más para celebrar y soñar en grande, un motivo más para esforzarme desde mi espacio en seguir contribuyendo a la grandeza de esta casa de altos estudios”.
La Universidad de Cienfuegos no solo celebra 45 años de existencia; celebra un legado de pasión y compromiso forjado por personas como Yorisel. En cada rincón de esta institución resuena el eco de sus historias, un recordatorio de que cada uno es protagonista en esta travesía colectiva hacia el conocimiento y el desarrollo. Así, con el corazón lleno de esperanza y gratitud, la Universidad sigue adelante, lista para escribir nuevos capítulos en su historia.
Elaborado por la Dirección de Comunicación Institucional.UCf.