La educación de pregrado en las universidades del país se encuentra inmersa en un proceso de perfeccionamiento dirigido a dar respuesta a las problemáticas actuales y a las proyecciones de desarrollo en el país, en consonancia con las tendencias regionales e internacionales, comentó en conferencia de prensa, Deysi Fraga Cedré, directora de Pregrado del Ministerio de Educación Superior (MES).
Significó que las acciones están centradas, fundamentalmente, en la inclusión de orientaciones que ayuden, en el proceso de formación –curricular y extracurricular–, al continuo fortalecimiento de la labor educativa, política e ideológica en los estudiantes, así como de los saberes asociados a la educación para el desarrollo sostenible.
Pretende, además, enfocarse hacia una educación híbrida y flexible en espacios físicos multifuncionales, en el uso generalizado de las tecnologías de la información y las comunicaciones, y el empleo de la inteligencia artificial.
Es preciso, especificó la Directora de Pregrado, que los estudiantes desarrollen capacidades que les posibiliten un aprendizaje continuo, de manera tal que puedan adaptarse a las dinámicas del mercado laboral y afrontar desafíos futuros.
Expresó que, en este proceso, también se establece el fortalecimiento de las alianzas con los procesos económicos y sociales del país, a partir de lograr un mayor vínculo de los estudiantes con las entidades de la producción y los servicios, durante el proceso de formación.
Destacó que una de las principales modificaciones está en la determinación de salidas intermedias de una carrera que certifiquen el nivel alcanzado por el estudiante para el desempeño de una actividad laboral.
Por ejemplo, explicó Fraga Cedré, quizá el estudiante en el tiempo establecido no pudo terminar su carrera o decidió abandonarla, pero puede salir con un título de técnico superior afín a su especialidad.
REESTRUCTURACIÓN DE CARRERAS
En los últimos años, el ingreso a la universidad ha ido decreciendo por una cuestión natural. «No es que los jóvenes no quieran ir a la universidad necesariamente, es que también hay menos jóvenes en el preuniversitario», y por ende menos jóvenes para entrar a la universidad, argumentó la directiva del mes.
Para ello –dijo– tenemos que buscar soluciones que nos ayuden, porque a veces tenemos muchas plazas y tenemos muy pocos jóvenes en cada una de las carreras. «Por lo tanto, abrir un grupo para sostenerlo a todo lo largo de la carrera con tres jóvenes no tiene sentido», manifestó.
«Hemos invitado a las universidades a pensar en qué carreras pueden integrarse en un tronco común, y que tengan orientaciones profesionales diferentes. En el mapa de carreras tenemos 113, las que se pueden reducir, pero respondiendo a las necesidades de desarrollo que hoy tiene el país», aclaró.
Destacó que la educación superior cubana continúa trabajando para que el conocimiento, la ciencia y los profesionales que se forjan en nuestras universidades se constituyan en fuerzas sociales transformadoras, en pos del desarrollo del país.