Los confirmados a la Covid-19 suben como la espuma en Cienfuegos, la provincia de mayor tasa de positividad en Cuba durante los últimos quince días. Ello no parece tener límites de velocidad en la autopista pandémica, pues según trascendió en reunión del Grupo Temporal de Trabajo las próximas semanas también escanearán cifras elevadas de contagios en 24 horas.

Observamos una tendencia que no se asocia a decrecer, tampoco a estabilizarse en una meseta. Estaremos ante un sostenido crecimiento de positivos en todos los municipios y la capital provincial se mantendrá como epicentro (…) Lo que más repercute a los efectos de la epidemia y del modelo de atención es el aumento de casos con sintomatología desde el inicio de la enfermedad que luego evolucionan a graves y críticos. Hoy persisten niveles altos de letalidad, sobre todo, en embarazadas y  jóvenes sanos”, dijo el Dr. Salvador Tamayo Muñiz, director provincial de Salud Pública acá.

Antes de mapear los puntos rojos que aún tuercen las dinámicas para proteger al pueblo, ante un escenario sanitario sin precedente en la Isla, autoridades políticas de Cienfuegos reconocieron el esfuerzo de quienes asisten en hospitales y centros de aislamientos, en consultorios y policlínicos. Esos que no se rinden a pesar de las mil y una dificultades que hoy habitan puertas adentro.

Tras un análisis cualitativo los nudos críticos del sector cuelgan de vigas organizativas y estructurales, muchas traslúcidas, otras no tanto.

Entre las visibles está la poca disponibilidad de pruebas diagnósticas, acumulación de PCR sin resultados, ineficiente manejo de los casos en la atención primaria de salud a partir de la clasificación de riesgo o del cuadro clínico, permanente llegada de personas al cuerpo de guardia del Hospital Provincial sin haber sido fruto de la pesquisa en la comunidad o de la gestión de los policlínicos, y la baja prontitud en algunos servicios hospitalarios.

También destiñe la ausencia de 446 médicos, cifra que ha disminuido respecto a semanas atrás cuando sumaban 701 en la provincia. Hoy una buena parte de quienes no visten de blanco cada mañana se acogieron a las garantías salariales por estar al cuidado de sus hijos o tener situaciones familiares, otros muchos están positivos al nuevo coronavirus.

Un panorama similar surca al personal de enfermería, esencial para las dinámicas protocolares de la lucha contra el virus SARS-CoV-2 y que ya reporta sillas vacías en los primeros días de agosto.

Cada una de esas líneas dibuja el contexto sanitario cienfueguero, al cual se le suma además la tensa realidad que vive el país con el suministro de oxígeno medicinal a instituciones sanitarias y la escasez de medicamentos e insumos en varios momentos de la pandemia. Hoy algunos policlínicos de la provincia carecen del llamado aire comprimido para ofrecerles el servicio a los pobladores, muchas de ellos en zonas alejadas de hospitales, algo que debe resolverse con la entrada de este recurso a la provincia.

“Hay reportes de baja cobertura médica en centros de aislamientos, ello incide en la calidad de la atención a los pacientes y representa una sobrecarga para el personal asistencial que labora en esos espacios (…) Por ejemplo, en una visita al preuniversitario vocacional Carlos Roloff de Cumanayagua donde había 250 personas ingresadas y solo había dos médicos para asistir a ese universo”, expresó Félix Duarte Ortega, miembro del secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC).

No menos traumático es el completamiento del personal de servicio, responsabilidad que debe asumir la dirección administrativa de la institución convertida en unidades de aislamiento, muchas se apoyan en jóvenes estudiantes que voluntariamente van hasta allí.

Uno de los representantes de los subgrupos que atienden aseguramientos a la lucha contra la Covid-19 reflejó en la reunión de trabajo que la alimentación en estos centros estaba garantizada, algo que se contrapone con el estado de opinión de los cienfuegueros. “Por un lado van los criterios de la población y por otro los informes de las comisiones (…) Debo decirles que hay problemas con la comida, que en no pocos se ha dado el desayuno a deshora y el almuerzo sale en la tarde. También pasa que después  del egreso las personas deben esperar hasta tres y cuatro horas por el transporte (…)

El pueblo no se equivoca. No podemos pensar que esto anda bien y en los informes tal parece que sí, la verdad siempre sobre la mesa”, dijo Duarte Ortega, quien desde hace días supervisa y ayuda a enfrentar la pandemia en Cienfuegos.

De igual modo trascendió entre las dificultades la necesaria prontitud del servicio de lavandería, pues de ello depende el funcionamiento de las instituciones sanitarias al iniciar el día.

Al decir del Dr José Antonio Soutuyo Pérez, coordinador del equipo del Ministerio de Salud Pública en Cuba que visita y fiscaliza la provincia, sin cobertura médica no se llega lejos y, por tanto, resulta vital la incorporación de quienes aún están en casa, también pasar al régimen de trabajo de 24 horas por 48 de descanso.

“Es verdad que el personal médico se nos está enfermando, pero también hemos observado que,  muchas veces, se violan las normas de bioseguridad (…) El manejo de los activos crece en la atención primaria de salud y eso debe estar a punta de lápiz, respecto a eso hay que crear oportunidades de ingreso para pacientes con formas moderadas o graves de la enfermedad, ellos no pueden quedarse en casa”, agregó.

Sobre la mesa también cayó lo que no le toca hacer al médico, un aspecto que de destrabarse agilizaría los procesos del servicio hospitalario, tanto papeleo congestiona la lógica y dilata en el tiempo casos sin complicaciones.

“No podemos restarle importancia al seguimiento de los pacientes luego del egreso de una unidad sanitaria, pues pueden aparecer manifestaciones que llevan a formas graves pos-Covid (…) Organizarse mejor y ponerle el corazón a esta lucha durísima, eso no nos puede faltar”, exhortó  Maridé Fernández López, primera secretaria del PCC en la provincia.

Desde julio pasado acá se aplican nuevos procederes para el tratamiento al virus SARS-CoV-2, ello incluye que los positivos de bajos riesgos con síntomas moderados  son hospitalizados y tratados con interferón.

Cienfuegos es una provincia con una población residente de 406 mil 244 personas, de los cuales 35 mil han padecido el coronavirus.

El nuevo contexto sanitario nos devela un rompecabezas difícil de componer, pero nada es tan gris cuando se trata de salud. Detrás de las caras cansadas del sector habita el deseo de sobreponerse a cada una de vigas que techan la estructura sistémica, porque  salvar vidas más allá de lo esperado siempre será mucho relevante y traslúcido.

Por: Zulariam Pérez Martí

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