La paternidad sorprendió a Irolando cuando su andar por la vida universitaria aún estaba en pleno apogeo. Quienes en #MiCasaUCf conocen a este joven, dan fe de su simpatía, carisma y entusiasmo sin límites, cualidades que para muchos no van de la mano con la madurez que entraña ser padre.

Pero -Bastian- llegó para trastocar las rutinas de este futuro profesional de la Cultura Física y el Deporte, quien se crece a diario ante los retos que implica asumir el rol de papá y, a la vez, mantener su protagonismo como estudiante y dirigente juvenil en la casa de altos estudios.

Los inicios en #MiCasaUCf

Cuando lo conocí, Irolando Bartumeu Fernández siempre estaba rodeado de muchachos, a quienes contagiaba con sus risas, chistes y ocurrencias. Apenas iniciaba su primer año en la UCf y ya destacaba por su liderazgo nato, pues posee una capacidad increíble de sumar personas a sus causas.

Al coincidir con él en varios espacios de la institución comprendí que este no era un joven que iba a pasar desapercibido; y así fue.

“Desde que inicié mis estudios en esta universidad me vinculé al movimiento deportivo desde la Facultad de Ciencias de la Cultura Física en múltiples actividades, en estos escenarios pude intercambiar con jóvenes dirigentes que me motivaron a formar parte de la FEU desde su dirección”.

La brigada “Aniversario 40” fue su primer vínculo directo con la Federación Estudiantil Universitaria, Irolando fue seleccionado entre cuarenta jóvenes destacados de nuestra alma mater para desarrollar múltiples actividades en saludo al cumpleaños de la UCf.  

“Un año después fui electo por mis compañeros como Presidente de la FEU de mi facultad. Inició así mi formación como líder estudiantil y en este periodo protagonizamos disímiles actividades, entre las que destacó la celebración de las cuatro décadas de la Universidad”.

Con la llegada de la pandemia su compromiso no disminuyó, a pesar de la incertidumbre del momento, ejerció como responsable de diferentes contingentes creados en las comunidades para atender, apoyar y ayudar a las personas vulnerables; como parte de las diferentes tareas de impacto convocadas por el país.

Irolando es un joven de #MiCasaUCf que siempre ha destacado por sus buenas maneras, alegría y compromiso con nuestra alma mater y la FEU. Su liderazgo natural lo ha llevado a ejercer cargos importantes que ha sabido cumplir con entrega y responsabilidad; pero nada de lo logrado a través de su desempeño como dirigente estudiantil se compara con la noticia que recibió a mediados del pasado año.

Una sorpresa en camino

La noticia los tomó desprevenidos, él y su esposa Wendy Santiago, estudiante de 4to año de Gestión Sociocultural para el Desarrollo, iban a ser padres.

“Vinieron miles de preguntas a mi cabeza, somos muy jóvenes, no estamos preparados, pero al final con el apoyo de nuestras familias decidimos emprender este camino, aunque tuve mucho miedo al principio, en el minuto que lo supimos se volvió mi sueño más grande.

En ese momento supe que la vida me cambiaría, tuvimos que modificar nuestras rutinas, llevando un equilibrio entre la universidad y esta nueva etapa, porque ambos aún estudiamos. Durante el tiempo de embarazo seguí desempeñándome en mi cargo, sobre todo cuando se produjo el alza de casos de COVID19 en Cienfuegos, y a pesar de que mi esposa se encontraba en un proceso difícil para todas las mujeres, me apoyó en la decisión de formar parte de los estudiantes que colaboraron en la Zona Roja de la Sede Conrado Benítez.”

Bastian

Luego de varios meses el 7 de marzo del 2022 llegó ese regalo: Bastian. Todos en la UCf saben que Irolando es un apasionado del deporte, basta con escucharlo en sus debates, acalorado con sus compañeros de la facultad sobre cualquier tema o decisión en un partido, peñista mayor de nuestros Elefantes, ese mundo lo vive tanto que lo siente en carne propia; hasta que llegó Bastian.

“He tenido la posibilidad como atleta y entrenador de estar en competencias y partidos muy tensos, pero nada se compara con el día en que mi hijo llegó al mundo. La espera fue larga, estaba muy impaciente, pero cuando supe que había nacido, todo cambió; en un segundo él se convirtió en mi mayor tesoro.”

La vida le dio un cambio diametral, se convirtió en un padre joven y ello demandaba una gran madurez. “Fue difícil al principio; el cansancio, el miedo por la propia inexperiencia, la tensión de no saber lo que haces, la responsabilidad de sostener a mi nueva familia hizo que cambiara varias cuestiones de mi vida y, a presar de lo complejo, la universidad siguió representando un lugar muy importante para mí.”

Irolando, el papá

Aunque muchos no pensaron unir estas dos palabras hasta pasado un buen tiempo, hoy nuestro Irolando es orgullosamente papá y como toda historia tiene dos lados y sobre todo esta, necesité saber de la voz de Wendy, sus experiencias de cómo ha sido vivir este proceso junto a él: “Irolando es un súper papá, todo lo que hace, lo hace pensando en su hijo, el ama a Bastian más que a nada, lo cuida, le hace todo, me ayuda en lo relacionado con el niño, y es capaz de quedarse solo con él y atenderlo, como si fuera yo. Él tuvo mucho miedo, pero supo enfrentar la paternidad con madurez y sobre todo, con mucho amor”.

Y me cuenta una anécdota de cuando por primera vez Irolando vio a Bastian: “en el momento que él lo conoció yo no estaba, el niño fue directo a Neonatología por lo que lo sacaron primero y tuve que quedarme en recuperación, y en cuanto lo vio, al no poder hablar conmigo en persona, me llamó y sus palabras fueron: gracias…soy la persona más feliz del mundo”.

Cuando le pregunto qué significa Bastian, él, con voz entrecortada me responde: “lo es todo, es el amor de mi vida, aún sin hablar es capaz de darme la mayor felicidad del planeta.”

Hoy, el “Iro” pasó a asumir otras tareas vinculadas a la FEU, apoyando a nuevos jóvenes a desempeñar cargos importantes dentro de la facultad y la universidad. Está en proceso de tesis, y aunque las responsabilidades han aumentado, sigue siendo parte de esta casa.

“La UCf me ha convertido en un mejor ser humano, me ha enseñado a pensar distinto, a asumir mi paternidad desde una visión diferente, de compromiso, amor, sacrificio”.

¡Y es que Irolando Bartumeu es la expresión más hermosa de que juventud y responsabilidad sí pueden conjugarse, y de qué manera… en la palabra PAPÁ!

Por: Yasmina Núñez Milanés 

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