El cambio de las épocas ha provocado que también deban cambiar las organizaciones. Hacerlo cuando se debe es la clave del éxito; de la salida digna de los baches del sendero. La Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) es uno de estos ejemplos: la evolución lógica de las generaciones y la rotación de las realidades cubanas determinó (mucho más en la actualidad) que la organización guía de la juventud deba ser más dúctil y se adapte a las nuevas condiciones de pensamiento y acción de sus miembros.
Decenas han sido las estrategias, apoyadas por todos aquellos que sienten que la organización los define y representa; pero aún falta por hacer. Los dirigentes de las altas esferas e intermedios trabajan en dicha tarea con el fin de que la UJC continúe siendo fiel a sus raíces. Cuando se cumple el aniversario 62 de la misma, la memoria de su génesis y los ideales que defiende se recuerdan con más énfasis.
La historia de Cuba está llena de paradigmas jóvenes que iniciaron las luchas o protestas para liberarse de los sistemas que subyugaban a la Isla. Las maniguas estuvieron llenas de jóvenes durante la Guerra de los Diez Años y la Necesaria; y luego invadieron la República con el mismo espíritu para combatir contra los presidentes de turno.
Durante los años 30 del siglo pasado comenzaron a surgir varias organizaciones que se dieron cuenta que aglutinar a las masas jóvenes era una fórmula viable para el triunfo. Entre ellas estuvieron la Liga Juvenil y la Agrupación de Jóvenes del Pueblo quienes protagonizaron importantes acciones contra los gobiernos de turno.
También fueron jóvenes quienes asaltaron el Moncada, quienes desembarcaron en el Granma y tomaron la Sierra, quienes combatieron en la clandestinidad por todas las calles de las ciudades. Y quienes murieron, decenas de veces.
Con la llegada del primero de enero surgió, como organización fundamental: la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR), quien se encargó en los años iniciales de ser carril de las nuevas generaciones en la construcción del socialismo: las campañas de enseñanza, las zafras, recogidas de café e incorporación a demás tareas productivas y de la defensa del país.
De la AJR nació entonces, durante su último congreso y como iniciativa del Comandante en Jefe Fidel Castro el 4 de abril de 1962, la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), que desde entonces se encargó de liderar a estas generaciones.
Ernesto Che Guevara durante el segundo aniversario de la organización expresó:
“La Unión de Jóvenes Comunistas tiene que definirse con una sola palabra: vanguardia. (…) El joven comunista no puede estar limitado por las fronteras de un territorio: el joven comunista debe practicar internacionalismo proletario y sentirlo como una cosa propia”.
Así debe ser, sin importar los embates de los tiempos.
Dirección de Comunicación Institucional, UCf.