Al abrir el espacio, en el que también estuvieron presentes la ministra de Comercio Interior (Mincin), Betsy Díaz Velázquez, y el viceministro primero de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (Mincex), Oscar Pérez-Oliva Fraga, el mandatario cubano significó la necesidad de abordar de forma transparente y directa esta problemática, teniendo en cuenta que al respecto «existen criterios muy negativos en nuestra población».
De acuerdo con el sitio de la Presidencia, precisamente al comentar las tendencias de los estados de opinión de la población, Díaz-Canel significó que estas son muy negativas. «Hay que decir que los estados de opinión son muy críticos. Realmente críticos y muy negativos», enfatizó, al tiempo que los circunscribió a cuatro dimensiones fundamentales.
Una dimensión, dijo el Jefe de Estado, está relacionada con el tiempo, a partir de la demora en dar la canasta de manera completa como se realizaba en otros momentos, pues en los últimos meses del año pasado y en los primeros de este, ha existido un fraccionamiento en la entrada de los productos que integran dicha canasta.
Otra dimensión, expuso, es la de la calidad de algunos de esos productos, que de acuerdo con parte de la población ha disminuido.
La tercera dimensión, agregó, es la composición. ¿Por qué hay productos que no se dan con la misma sistematicidad, por qué han desaparecido de alguna manera de la canasta?, cuestionó.
Y en una cuarta dimensión Díaz-Canel ubicó como una de las preocupaciones de los consumidores el trabajo que se realiza para asegurar los productos que se garantizarán por la libreta de abastecimiento.
De igual modo el mandatario cubano, durante su intervención inicial en «Dese La Presidencia» -su canal de comunicación en las redes sociales- mencionó algunas de las principales opiniones emitidas por la población en los últimos meses respecto a ese tema, y asociadas fundamentalmente a la inestabilidad con la entrega de productos básicos como el arroz, el café y el azúcar.
CANASTA BÁSICA: QUÉ HA OCURRIDO Y QUÉ VA A OCURRIR
Al intervenir en el programa la titular del Mincin, Betsy Díaz Velázquez, explicó que «los últimos dos años han sido muy complejos para la distribución de los productos normados, la canasta, o los «mandados», como le llamamos comúnmente».
En primer lugar reconoció que se han dejado de entregar productos. Al respecto informó que, desde hace dos años, por ejemplo, desaparecieron las pastas alimenticias y el fósforo, y, además, comenzaron a tener déficit de otros productos, en algunos meses, que no se pudieron recuperar, como el café, el aceite y los cárnicos, cuya entrega fue muy crítica el año pasado.
Sobre el huevo, la ministra Díaz Velázquez expuso que, luego de ser un producto que en su momento se logró repartir en cantidades por encima de la política de distribución, desde hace más de tres años se ha tenido que limitar su entrega por la alta dependencia de las importaciones para adquirir el alimento animal que se destina a las aves.
Para la disponibilidad de los productos a distribuir por la canasta familiar normada, que es casi totalmente importada, explicó la titular del Mincin, pesan dos problemas principales, la disponibilidad de financiamiento y el incremento de los precios en los últimos años, que reducen la capacidad de finaciamiento.
«La canasta sigue teniendo volúmenes importantes de demanda, pues solo con el producto arroz mensualmente se superan las 34 000 toneladas de la demanda para distribuir las siete libras», apuntó la ministra, quien reiteró que este producto ha tenido que entregarse de manera fraccionada en los últimos meses, incluso en zonas del Plan Turquino, donde esa complejidad implica mayores gastos de combustible.
Una situación similar ha ocurrido con otros granos que tienen una gran dependencia de la importación, y de los cuales se demandan más de 3 000 toneladas para un mes.
En ese sentido, el Díaz-Canel enfatizó que el país debe asegurar mensualmente más de 230 millones de dólares destinados a la compra de alimentos para la población.
Por su parte, Díaz Velázquez se refirió, además, que pesa mucho en la distribución de la canasta la falta de disponibilidad de combustible, de equipos de transporte y el coeficiente técnico de estos, tanto terrestres como navales, lo cual requiere de mucho financiamiento.
Al respecto, dijo que, a pesar del seguimiento y prioridad que los gobiernos provinciales le dan a la entrega de la canasta básica existen productos, de meses anteriores, que están en los territorios y no ha sido posible su distribución en todos los lugares por falta de combustible físico.
Dicha situación se agrava cuando no se tienen todos los productos a repartir de una sola vez, tanto los importados como los de producción nacional: como el azúcar, la sal, las compotas, lo que obliga al fraccionamiento en la distribución y al incremento de los gastos por transportación.
En relación a las quejas sobre la mala calidad de los productos, la titular del Mincin reconoció que sigue siendo el pan el que mayor número de quejas tiene por parte de la población.
Sobre este particular detalló que en estos momentos en el país existe un solo molino que está produciendo la harina, con una capacidad de fabricación entre las 220 y 250 toneladas de las 7 50 que demanda el país para un día. Ello ha significado una afectación de ese producto durante este año.
Al evaluar las causas fundamentales de esas limitaciones en la inestabilidad con la entrega de la canasta básica, Díaz-Canel subrayó que la política genocida del bloqueo sigue limitando el financiamiento del país y el acceso a los combustibles.
En esa misma cuerda, el viceministro primero del Mincex, Oscar Pérez-Oliva Fraga, comentó que solo en 2023 cinco bancos, sin aviso previo, se negaron a realizar transacciones relacionadas con las compras de alimentos destinadas a la canasta básica. «Esas negativas incidieron en una demora de entre 40 y 105 días para que los productos se embarcaran hacia Cuba», significó.
Añadió que, por otra parte, en las transacciones comerciales con los Estados Unidos no se pueden aplicar los términos internacionales de comercio por estar sujetos a varias regulaciones y exigencias como los pagos adelantados.
«A ello se suma que no tenemos acceso a las instituciones financieras internacionales para obtener créditos internos», acotó.
DISTRIBUCIÓN PARA LOS PRÓXIMOS MESES
Sobre la distribución de los productos de la canasta familiar normada para los próximos meses y la recuperación de los atrasos de productos en varios territorios, la ministra Betsy Díaz Velázquez informó que a partir de este mes de abril se deben ir recuperando de forma progresiva las entregas en provincias que aún no han recibido parte de los surtidos, como arroz, sal, chícharo, azúcar y compota, entre otros.
Sobre la leche, que ha tenido muchas afectaciones, señaló que se tiene aseguramiento para abril y mayo para los grupos etáreos priorizados. El yogurt de soya o la leche de soya se reincorporará en abril, ya que las importaciones están llegando.
Con respecto al pan, que todavía tiene afectaciones, la titular del Mincin explicó que en los próximos días habrá una notable mejoría con la llegada y pago de flete a dos buques que cargan harina de trigo y por el próximo arribo de tres barcos con trigo, con lo que se revitalizará la producción en nuestros molinos.
Para abril, se informó, está garantizado todo el arroz y se proyecta la distribución de pollo, aceite y la normalización de la producción de pan, entre otros productos.
También en el mes se entregará un kilogramo adicional de arroz, de donación y gratuito, al igual que para mayo.
Además, el país trabaja para ir asegurando la estabilidad de la canasta familiar normada para junio y próximos meses, y el propósito es eliminar el fraccionamiento de los productos.
Tomado de Periódico Granma.