A Cienfuegos Mundial en su nuevo cumpleaños
Cristóbal Colón visitó la bahía que baña sus costas; capital del país, Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua, durante una inglesa Habana; Don Luis De Clouet, la soñó próspera, paradisíaca y francesa junto a Alejandro Ramírez y Don María Cienfuegos y Jovellanos, quienes la idearon y fundaron el 22 de abril de 1819 bajo el influjo de la corona española; Marcos Rodriguez Matamoros nos la hizo indígena; Federico Fernández Cavada y el brigadier José González Guerra, la convirtieron en templo de patriotas, dispuestos a morir por salvarla del coloniaje perpetuo; Maceo y Gómez gritaron ¡Viva Cuba Libre! muy cerca de sus tierras; por sus costas abandonó la Isla el último contingente español sobre el barco Catalunya, después de perder la guerra; Gómez la visitó vistiendo sus mejores galas; José Ramón Muñiz la reivindicó en sus canciones de luceros y litorales llenos de amores ansiados; María Covadonga la cocinó y condimentó gustosa en camarones y langostas; Fidel la vistió de verde e industrias, sueños y futuro; Florentino Morales la historió a través del ritmo de sus pasos sobre la dureza desgastada de adoquines y callejuelas, para con bondad y blancas canas, entregarnos todo su ser en un Romancero apasionado; Frank Iraola, la llenó de luz y colores tropicales intensos en el clímax de un pincel mágico e irrepetible.
Teresita Chepe mezcló su ajiaco a tenor de la inmensa bahía, desde su Punta Tureira hasta el insigne Hotel Jagua; Lázaro García la hizo verso y canción a través de un Delfín sonoro donde guardar lírica y pasión; Fabio Bosh la hizo onda radial de trianguladas maneras, de hacer suya, la voz en el dial; Irán Millán la rescató del olvido y restauró, orgullosa con líneas afrancesadas, voluptuosas y trascendentes, enjoyada en el orfebre delicado de su corona mundial un 15 de julio de 2005, desde la bella ciudad Puerto de Durban, en Sudáfrica; para converger como pocos en la humanidad total. Gracias a todos por hacer realidad el sueño de sentir a Cienfuegos como encantadora del matrimonio feliz, del hombre con su ciudad, del mundo con nosotros.
Por: Adrián Millán del Valle