“Esta Revolución, castigada, bloqueada, calumniada, ha hecho bastante menos que lo que quería, pero ha hecho mucho más de lo que podía. Y en eso está. Ella sigue cometiendo la peligrosa locura de creer que los seres humanos no estamos condenados a la humillación.” Eduardo Galeano

Hoy es fácil estar informado. Ud. puede acceder a las noticias que publican los grandes medios de comunicación mundial desde su centro de trabajo, la plaza pública, un café o desde su casa, con solo pulsar un ícono en su teléfono móvil o computador personal. Y si algo caracteriza a estos grandes medios de comunicación global, según aseguran los entendidos, es la objetividad, la transparencia informativa, la veracidad de lo que divulgan y el conocimiento absoluto de todo lo que ocurre (y hasta de lo que no ocurre) en cualquier parte del mundo.

Gracias a estos medios globales uno puede conocer qué países en América, por ejemplo, son democráticos y respetan los derechos humanos y cuáles no. Así el segundo grupo, los que son antidemocráticos y no respetan los derechos humanos, está integrado por Cuba, Venezuela, Nicaragua y la Bolivia de Evo Morales o el Ecuador de Correa. Los dos primeros de este listado, Cuba y Venezuela, tienen además la agravante de ser parte del llamado eje del mal y practicar o promover (o ambas a la vez) el terrorismo.

Por su parte el grupo de los países que sí son democráticos y respetan los derechos humanos está encabezado, no podía ser otro, por el campeón mundial y olímpico de la democracia y los derechos humanos: los Estados Unidos[1]. Le acompañan en este selecto grupo Colombia, Brasil, Chile, Perú, la Bolivia del gobierno de facto anticonstitucional actual, el Ecuador de Lenín Moreno y algún que otro trasnochado. También estuvo el México de Pérez Nieto y la Argentina de Macri, pero parece que los de López Obrador y Alberto y Cristina Fernández no podrán estar, no cumplen con los requisitos necesarios para ello.

Estas “verdades”, sin embargo, contrastan, chocan, se contradicen, con lo que la realidad de estos países demuestra. Entonces una persona poco avezada o desinformada pudiera confundirse, porque si estos medios de comunicación mundial que, como ya conocemos, todo lo saben, son objetivos, transparentes y verídicos, aseguran esto, tiene que ser verdad, aunque las evidencias digan otra cosa. Y sabido es, desde tiempos de Tomás de Aquino, que, si existen dos ideas contrarias sobre un mismo asunto, una de ellas tiene que estar equivocada. Pero ¿cómo pueden estar equivocados los medios de comunicación globales que todo lo saben, son veraces, transparentes y, además, por si fuera poco, objetivos? Entonces, ¿está equivocada la realidad? Hasta donde sabemos, la realidad ni está equivocada, ni no lo está, simplemente ella es y, en consecuencia, lo que puede estar equivocado es nuestra noción, criterio, opinión, conocimiento, etc., sobre ella.

Entonces comprendemos que existe otra verdad, convenientemente ocultada por estos medios de información y, por tanto, su tan cacareada objetividad, veracidad y transparencia no es tal. Pero esto es lo que ninguno de los “entendidos” nos dice. Ocultan que estos grandes medios masivos de comunicación (de incomunicación los llamaría Ignacio Ramonet, criterio con el que concordamos), son fieles a un libreto muy bien concebido y estructurado para crear una matriz de opinión desfavorable contra aquellos países y gobiernos que actúan soberanamente.

Así, según esta lógica, es que nos enteramos que Cuba exporta revoluciones, es un elemento fundamental del eje mundial del mal, propicia y sostiene el terrorismo de Estado, es la mano diabólica en la sombra, detrás de las últimas manifestaciones populares desencadenadas en Chile, Ecuador o Bolivia, favorece el narcotráfico en la región, viola sistemáticamente los derechos humanos y es culpable de un largo etc. de acciones inconcebibles para el “orden democrático mundial”.

Sin embargo, como dato significativo, es necesario acotar que ninguno de estos “serios e informados” medios de prensa presentan pruebas que corroboren lo que afirman. Y hasta parece que no las necesitaran, pues detrás de ellos no son pocos los que, incluso dentro de Cuba, repiten estas falacias.

Verdades sobre Cuba omitidas en los medios masivos de la incomunicación global

“Los hombres no pueden ser más perfectos que el sol. El sol quema con la misma luz con que calienta. El sol tiene manchas. Los desagradecidos no hablan más que de las manchas. Los agradecidos hablan de la luz.”

– José Martí –

Los grandes medios masivos de la incomunicación no dicen, porque no conviene, que Cuba constituye, pese a quiénes sostienen lo contrario, una perenne preocupación para los intereses domésticos e internacionales de los Estados Unidos y sus administraciones. El Bloqueo, que ya cumple 58 años, con sus cuantiosas afectaciones contables (más de $ 138 mil 843 400 millones de dólares a precios actuales o 922 mil 630 millones según la depreciación del dólar frente al oro) y no contables (penurias económicas, limitaciones en la educación, la salud, la cultura, el deporte, la seguridad social, etc., y en las mentalidades de millones de cubanos); las agresiones constantes; las campañas difamatorias; entre otros, así lo demuestra.

El problema Cuba es, además, punto neurálgico en el espectáculo electoral más costoso del mundo, como correctamente lo nombra Ramón Sánchez Parodi en su libro así intitulado. Sí alguien duda de ello, lo invitamos a echar una mirada a las campañas electorales desarrolladas solo en lo que va del siglo XXI, para que lo compruebe. La actual no es menos, lo demuestran las acciones emprendidas por el gobierno de Trump contra nuestra nación para, entre otros fines, asegurarse el voto de la extrema derecha mafiosa cubanoamericana que domina el Estado de la Florida, o los discursos de los pretendientes a dominar la candidatura demócrata. Hasta el autoproclamado “socialista” Bernie Sanders, que no duda en reconocer los logros en salud y educación de este archipiélago, arremete contra el sistema político cubano que cataloga de totalitario. 

Pero esto no es lo peor que estos medios excluyen de sus informaciones. Con marcada mala intención tergiversan datos sobre los logros que en materia social esta Revolución ha alcanzado en 60 años de existencia, pese al Bloqueo y la hostilidad estadounidense. Logros que van más allá de los innegables resultados en educación y salud y alcanzan la cultura, los deportes, la seguridad social y las investigaciones científicas.

Estos medios masivos olvidan que Cuba posee índices de desarrollo humano solo comparables con los países más ricos del mundo, e incluso superiores a los exhibidos por los Estados Unidos, la nación más poderosa del planeta. Las estadísticas que publican la ONU, la OMS e incluso el Banco Mundial y la OMC, revelan que en este país la educación, la salud, el arte, el deporte y la ciencia son asequibles para todos los ciudadanos, tanto para su práctica como para su disfrute. Muestran, estas mismas estadísticas, que la seguridad social (para ancianos, discapacitados, enfermos, niños sin amparo familiar, etc.) cubre el 100 % de la demanda nacional.

No dicen estos medios “objetivos, veraces y transparentes”, lo que sí revelan las fuentes antes citadas, que la esperanza de vida al nacer es de 79.4 años, la mortalidad infantil es de 4.0 por cada 1000 nacidos vivos y la materna es de 2.6 por cada 10 000. Que la salud es pública y gratuita, lo que garantiza el acceso de todos a servicios médicos de alta calidad y profesionalidad; que existen a lo largo de todo el país hospitales, policlínicas, clínicas especializadas, centros de odontología (y todos son centros docentes) y también consultorios del médico de la familia, una modalidad estrenada en Cuba, que ubica los servicios primarios de salud en los barrios de las ciudades, poblados y zonas rurales. Omiten que en 60 años de Revolución se han graduado más de 100 000 médicos, lo que convierte al país en el de más alto índice de relación médico – paciente en el mundo.

Las informaciones de estos medios ocultan, además, que la media nacional de escolaridad en Cuba es de 12 grados y el analfabetismo funcional es del 0 %; que la enseñanza, desde la primaria hasta los estudios de postgrado, es absolutamente gratuita; que existen más de 66 universidades (de enseñanza general, artes, deportes, ciencias médicas, agropecuarias, informática, pedagógicas, etc.), conjuntamente con miles de centros de enseñanza primaria, secundaria, preuniversitaria, politécnica y especial, que logran más del 99 % de escolarización. Que se han graduado más de 500 000 maestros y profesores de todas las enseñanzas y miles de especialistas para las escuelas especiales que atienden niños con trastornos auditivos, visuales, con necesidades especiales o autismo por solo mencionar estos.

No dicen que en cada provincia existen escuelas de artes donde se enseña música, danza, artes plásticas, teatro, cine, etc.; que existen escuelas de instructores de arte para preparar a los técnicos y docentes que imparten estas en todos los niveles de enseñanza; y un largo etc. Olvidan que al llegar al poder este gobierno “antidemocrático y violador de los derechos humanos”, solo existía 3 universidades en el país, unas pocas escuelas públicas y menos aún rurales, una tasa de analfabetismo del 55 % y más de 100 000 maestros sin empleos. No existían escuelas técnicas, ni de artes, ni de deportes y otro largo etc.

Estas mismas fuentes tampoco hablan del desarrollo científico – tecnológico de Cuba. Una nación pequeña, tercermundista y bloqueada posee resultados en esta rama que harían palidecer los esfuerzos de muchas súper potencias mundiales. Se debe a la empresa BioCubaFarma, que aglutina a 32 empresas de la biotecnología y de las industrias farmacéuticas, 65 unidades empresariales de base, 80 líneas de producción y 21 unidades de ciencia y técnica asociadas en todo el país, la producción de medicamentos únicos de su tipo. Entre ellos: la eritropoyetina humana recombinante para el tratamiento a personas con problemas anémicos y de insuficiencia renal aguda, el Heberprot – p para el tratamiento de la úlcera del pie diabético, el factor de crecimiento epidérmico, la vacuna Va-Mengoc-Bc contra la meningitis y la sepsis, la pentavalente que protege a los niños contra cinco enfermedades: difteria, tosferina, tétanos, poliomielitis e infecciones producidas por Haemophilus Influenzae tipo b, la Cimavax-egf contra el cáncer de pulmón, el Policosanol (PPG) contra el colesterol y la Teravac – VIH inhibidor del virus de la insuficiencia humana VIH.

No nos dicen estos medios, que todo lo saben, que en este propio año 2020 BioCubaFarma trabaja en la ejecución de 102 proyectos nuevos, de ellos 75 innovadores con patentes cubanas y 25 % (19 productos) de ellos tienen la potencialidad de convertirse en únicos de su clase en el mundo. Entre ellos destacan: el HeberSavax (contra cáncer de ovario y el hepatocarcinoma), el biofármaco proteína recombinante inmunomodulador (contra tumores sólidos), dos vacunas terapéuticas, dos péptidos antitumorales y un anticuerpo monoclonal en el área de la oncología; el CIGB845 (para pacientes con infarto cerebral no hemorrágico), el CIGB500 (péptido cardioprotector), el NeuroEpo (eritropoyetina humana recombinante neuroprotector contra el Parkinson y el Alzheimer), el Cidem164 (neuroprotector contra el Alzheimer), el Amylovis (inhibidor de la formación de placas beta – amiloide muy relacionada con el surgimiento del Alzheimer), el HeberNasvac (contra la hepatitis B), el  Heberferon (contra el cáncer de piel), el Heberprovac (contra el cáncer de próstata), CIGB-210 (inhibidor del virus de la insuficiencia humana VIH), CIGB-247 (efectivo en la vascularización de la retina), CIGB 300 (contra varios tipos de cánceres), CIGB-552 (péptido antitumoral de segunda generación) y CIGB 814 (péptido para el tratamiento de la artritis reumatoide y de varias enfermedades autoinmunes), entre otros.

Ignoran estos medios que Cuba es una potencia mundial del deporte. Pese a que el país solo posee algo más de once millones de habitantes y el bloqueo afecta sustancialmente su práctica, el país se encuentra en el lugar 16 del medallero histórico de los Juegos Olímpico, superada solo por 15 naciones desarrolladas, lo que significa que es el primero de Iberoamérica (por encima de otros países más desarrollados como España, Brasil, Argentina o México) y de todo el Tercer mundo. No nos dicen que es la primera potencia mundial de boxeo aficionado y se encuentra entre las primeras en atletismo, béisbol, lucha, judo y voleibol, además de poseer talentosos practicantes de remos, ciclismo, taekwondo, etc., que se codean con los mejores del mundo. Y no dicen, porque no les conviene, que estos logros son el resultado de una política estatal que apoya la práctica activa y totalmente gratuita del deporte al alcance de todos los ciudadanos del país. 

Omiten, de forma deliberada, que la práctica y disfrute de las actividades artísticas en el país es un derecho de todos los ciudadanos sin distinciones. Tanto es así que el Cuba posee uno de los movimientos musicales, teatrales y danzarios más avanzados del mundo. El Ballet Nacional de Cuba, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, los Van Van, Chucho Valdés, Lizt Alfonso Compas Dance Cuba, la Colmenita, Carlos Acosta Dance, Compay Segundo, Frank Fernández, Tomás Gutiérrez Alea, Frank Padrón, por solo mencionar estos representantes de una extensa lista, confirman lo dicho.

Por si ello no bastara, no reconocen que el pueblo es participante y protagónico en sus procesos eleccionarios, pues no solo eligen a sus representantes, sino que los postulan desde la base y cualquier ciudadano que reúna los requisitos puede ser nominado, sin que para ello medie su origen de clase, profesión que realice o fortuna personal que posea. Un ejemplo de ello es el debate que suscitó en todo el país la Constitución de la República que, después de modificarle más del 60 % de su articulado sobre la base de las propuestas hechas por el pueblo, fue aprobada el 24 de febrero de 2019 en referendo popular, absolutamente libre y voluntario.

En su afán por desacreditar la obra de la Revolución cubana y la extraordinaria batalla de su pueblo contra el más poderoso imperio de la historia, estos medios demuestran que la objetividad, la veracidad y la transparencia informativa es solo un slogan para venderse a los crédulos y desinformados de este mundo. En sus campañas de mentiras exacerban tanto las deficiencias y problemas de nuestro sistema social que dejan de ser creíbles. No quieren, o no pueden, entender que, como asegura Ernesto Estévez Rams, “Cuba se encuentra inmersa en un proceso de ruptura de un paradigma agotado, pero que nuestra ruptura antidogmática no puede ser el retorno al capitalismo, sino a otro orden que nos permita avanzar más hacia la consecución de una sociedad más justa (…)”. Desconocer esta realidad los pone en riesgo de desestimar cualquier iniciativa cubana. Por eso no dicen que, pese a las restricciones impuestas por el endurecimiento del Bloqueo, el proyecto social cubano no abandona su naturaleza esencialmente humanista, como lo demuestra el Presupuesto del Estado planificado para el año 2020. Los siguientes datos sobre los gastos de la actividad presupuestaria corroboran esta aseveración:

El análisis de estos datos nos dice que el 23,69 % de este presupuesto estará destinado a los servicios educacionales; el 27,5 % a la salud y la asistencia social y el 16,28 % a la seguridad social, es decir que el 67,48% del presupuesto del Estado cubano se gasta en la esfera social. Dudamos que en algunos de los países “democráticos” que, según los medios masivos de la desinformación en América son, exista algo parecido.

Pero no es todo. En la discusión del presupuesto en la Asamblea Nacional del Poder Popular los diputados analizaron y aprobaron que un importante volumen de estos recursos tiene como destino las inversiones, con total prioridad para:

  1. Programas de la Vivienda.
  2. Obras de infraestructura, que incluyen las fuentes renovables de energía.
  3. Sector turístico.
  4. Enfrentamiento a la sequía.
  5. Inversiones en sectores sociales de Educación y Salud.

En cuanto al Presupuesto de la Seguridad Social se explicó que este respalda a un 1 680 000 pensionado, donde el 96 % corresponde a pensiones por edad, invalidez y muerte.

Es decir que, como afirma la periodista Yudi Castro Morales, “Lo planificado para 2020 garantiza los servicios básicos de educación, salud, cultura y deportes, así como la implementación de las políticas sociales, la defensa del país y el orden interior.”

Pero nada de esto dicen los medios masivos de la desinformación mundial. Es más útil mentir, o tergiversar u ocultar la verdad, que en esencia es lo mismo, por aquello de que, según frase atribuida por algunos historiadores de la filosofía a Nicolás Maquiavelo, el fin justifica los medios.

Como tampoco nada verídico dicen respecto al empleo y al trabajo en Cuba. Los datos aportados por el balance del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, desarrollado el 18 de enero de 2020 con la presencia de Miguel Mario Díaz – Canel Bermúdez, Presidente de la República y trasmitido por la televisión nacional, nos dicen que es otro tema que no es conveniente para los amos del mundo. Allí se aseguró:

EL EMPLEO EN CIFRAS AL CIERRE DE 2019:

4 515 200 ocupados en la economía

3 079 500 en el sector estatal

1 435 700 en el sector no estatal

Tasa de desocupación de 1,2 %

1 478 200 trabajadores en el sector presupuestado

1 601 300 trabajadores en el sector empresarial

21 179 trabajadores del sector estatal que tienen pluriempleo

6 681 trabajadores en la modalidad de trabajo a distancia en entidades del sector estatal

4 945 trabajadores en la modalidad de teletrabajo

 Si se analizan los datos es fácil deducir que en Cuba trabaja casi el 98 % de las personas en edad de trabajar, entre otras cosas porque el trabajo remunerado es un derecho de todos los ciudadanos, sin distinción de género, raza o clase social, refrendado por la Constitución de la República en los artículos 42, 46 y el 64. Una lectura más acuciosa de estos datos nos revela que el 24,12 % de los trabajadores se desempeñan en el sector no estatal o privado, o por cuenta propia como se denomina en Cuba a esa modalidad laboral. Los datos además nos permiten entender que, en el país además de las formas básicas de empleo estatal o privada, se aplican otras variantes que garantizan que el articulado constitucional antes mencionado funcione de verdad en la práctica, es decir que se permite y existen además el teletrabajo, el trabajo a distancia y hasta el pluriempleo.

En el mencionado balance del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social se establecieron las prioridades que en este sentido tiene el Estado para con su pueblo, algo, además, que tampoco ningún medio masivo de desinformación divulga. A saber:

  1. Generar nuevos empleos.
  2. Hacer un enfoque más integral de los problemas que afectan al empleo.
  3. Destrabar todo lo necesario para una mejor política de empleo.
  4. Mayor atención al trabajo por cuenta propia.
  5. Seguir el tema del trabajo a distancia y el pluriempleo.
  6. Seguir avanzando en sistemas de gestión y pago que pongan al sector estatal en condiciones de tener tanto éxito como se le atribuye al sector no estatal.
  7. Avanzar en el proceso de informatización.
  8. Mayor integralidad en el trabajo de prevención, asistencia y trabajo social.

A estas directrices el Presidente le agregó las siguientes indicaciones, algo sobre lo que tampoco dicen nada:

  1. Desechar la práctica de la interrupción y sustituirla por la reorientación o cambio de labor.
  2. Fomentar una cultura para ir introduciendo gradualmente formas de trabajo más eficientes, más modernas y que provocan ahorro.
  3. Todo lo que vayamos a impulsar siempre conocer con qué estructura se va a atender y qué incentivos hay que desarrollar.

Parece que también es una falacia todo eso que quieren hacer creer al mundo estos medios “veraces, objetivos y trasparente” respecto a que en Cuba no hay trabajo, que la gente se muere de hambre porque no puede trabajar, que el Estado prohíbe la iniciativa privada o el trabajo no estatal, que los dirigentes del país no se preocupan de los problemas del pueblo y otros embustes por el estilo.

Ante tanta información no verídica, ni objetiva, ni transparente, ni probada y menos demostrada cabe preguntarse: ¿es realmente Cuba un país terrorista, violador sistemático de los derechos humanos, totalitario, narcotraficante y en consecuencia centro del “eje mundial del mal” como nos quieren hacer creer? Juzgue Ud. mismo.

Consideraciones finales

No podemos, ni debemos, ni permitiremos jamás que se confunda el proyecto social que Cuba y los cubanos nos empeñamos en hacer realidad con el paraíso terrenal o la tierra prometida. Primero porque como sabiamente sentenciara el poeta Pablo Milanés “(…) no vivo en una sociedad perfecta/ no pido se le de ese nombre/ si alguna cosa me hace decir eso/ es que la hacen mujeres y hombres (…)”. Segundo porque, por esa misma razón a la que alude el poeta, no es perfecto, tenemos muchos problemas por resolver, defectos, deficiencias, limitaciones, escaseces como resultado de las políticas hostiles del imperialismo y por nuestros propios errores, que no son pocos.

Pero tampoco podemos, ni debemos quedarnos callados cuando en nombre de la democracia, la verdad, la objetividad y la transparencia informativa se orquestan todo tipo de campañas falsas y difamatorias sobre nuestros pueblos, sus realidades y aspiraciones. Estas campañas solo sirven a los intereses de los enemigos reales de la democracia, la objetividad, la verdad y la transparencia. Sabemos qué sucede cuando estas mentiras, de tanto repetirse, se instalan en las mentalidades de los pueblos, ejemplos sobran en la historia, pero para los descreídos, desmemoriados o ingenuos ahí están, fresquitos en la memoria, los sucesos acaecidos en Brasil, Argentina, Bolivia o la guerra sucia constante contra Cuba y Venezuela a la que se prestan hasta algunas prestigiosas figuras de la cultura mundial.

Nos toca, es una responsabilidad de todos los revolucionarios y patriotas de esta tierra americana, con su historia y sus pueblos. Nos toca porque como dicen los versos de ese otro gran poeta nuestro americano que responde al nombre de Silvio Rodríguez: “Yo he preferido hablar de cosas imposibles/ porque de lo posible se sabe demasiado (…)”

Autores:

Dr. C. Noel R. Sampedro Muñoz, profesor del Dpto. de Marxismo de la Universidad de Cienfuegos, Cuba.

Lic. Milay Rasua Arias, Socióloga y profesora del Dpto. de Marxismo de la Universidad de Cienfuegos, Cuba.

Bibliografía

Castro Ruz, F. (1964). La historia me absolverá. Edit. Ciencias Sociales, La Habana, Cuba.

Constitución de la República de Cuba

Informe del Presidente de la República de Cuba a la Asamblea Nacional sobre el Presupuesto estatal cubano para el año fiscal 2020.

Balance del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, en conferencia de prensa de Vladimir Regueiro Ale, viceministro primero de Finanzas y Precios. (18 de enero de 2020)

Diario Granma, 27 de febrero de 2020. Entrevista al Dr. C. Biológicas Rolando Pérez Rodríguez, Director de Ciencia e Innovación de BioCubaFarma.

Revista Cubana de Salud Pública. Vol. 45, No. 2 (2019)

Revista digital Huffpost. Enero de 2020

Revista digital Cubahora. Marzo 2020

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[1] Nótese que este país carece de nombre propio. Me explico, existen los Estados Unidos Mexicanos o los Emiratos Árabes Unidos, entre otros, pero este país se nombra Estados Unidos de América, ¿tendrá algo que ver con eso de una tal Doctrina Monroe que dice América para los americanos? No, y creemos que no, porque ellos son los más democráticos, libres y respetuosos de los derechos humanos y esa actitud no sería ni democrática, ni libre, ni respetuoso de los derechos ajenos.

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