Entre saberes y deseos de hacer, David Fornet Cabrera, un egresado de la carrera Ingeniería Industrial de nuestra casa de altos estudios, y adiestrado hoy en el Centro de Estudios de Energía y Medio Ambiente, nos acerca a su historia, la cual nos adentra a un viaje de descubrimiento, perseverancia y contribución a la sociedad.

“Siempre me gustó leer libros, ver documentales y aprender cosas nuevas”, confiesa David. Esta continua búsqueda de conocimientos lo llevó a la Educación Superior, donde decidió estudiar Ingeniería Industrial. ¿Por qué esta disciplina? “Porque es una profesión que permite poner al alcance de la sociedad los logros científicos y tecnológicos alcanzados en otras áreas del conocimiento”, explica con entusiasmo.

Los primeros meses de la carrera fueron exigentes, pero la dinámica del entorno universitario lo animó a superar los obstáculos. La pasión por la ingeniería y la visión de un futuro transformador lo impulsaron a seguir adelante.

Cuenta que su trayectoria se iluminó con su integración al Proyecto Empresarial “Innovación organizacional en la Empresa Eléctrica de Cienfuegos”. Aquí, la investigación se convirtió en su aliada, y representar a la Universidad en eventos científicos amplió sus horizontes. “Fue un momento de realización personal y un paso hacia la excelencia”, comparte.

Pero no solo en la academia encontró significado. Los espacios de intercambio y aprendizaje propiciados por el Centro de Estudios de Energía y Medio Ambiente también marcaron su camino. “Participar en proyectos como el titulado “Diseño óptimo y control predictivo para la gestión de la energía de microrredes aisladas” me permitió aplicar mis conocimientos en beneficio de la sociedad”, afirma con orgullo.

Hoy, David se desempeña en ese proyecto, enfrentando desafíos y creando soluciones. Su pasión por la Ingeniería Industrial sigue intacta, y su compromiso con la sociedad es firme. “La búsqueda del conocimiento nunca termina”, concluye.

Así, en la Universidad de Cienfuegos, el entrevistado de esta ocasión se convierte en un protagonista de la transformación, un ingeniero con visión y corazón.

“Los recuerdos que atesoro de mi Universidad son las experiencias grupales vividas como parte de la vida universitaria”, confiesa David. Las aulas llenas de sueños, las noches de estudio compartidas y las amistades que se forjaron son tesoros que lleva consigo. Los compañeros de clase, con sus risas y apoyo mutuo, dejaron huellas imborrables en su corazón.

Pero la historia no termina ahí. En su etapa profesional, encontró nuevos compañeros: los colegas de trabajo. Juntos, han enfrentado retos, celebrado logros y tejido una red de apoyo. “Es como una familia extendida”, dice con gratitud.

Graduarse de la UCf fue un hito, pero seguir trabajando en la institución que lo formó es un compromiso aún más profundo. “Continuar vinculado a la UCf tras graduarme ha significado la realización de mis aspiraciones profesionales”, expresa. Su misión es clara: apoyar la formación de nuevos ingenieros y contribuir, mediante investigaciones científicas, a resolver los problemas de la comunidad.

La Universidad, como un faro, lo guía en este camino. “Es un ciclo virtuoso”, reflexiona. “Recibí tanto de ella, y ahora tengo la oportunidad de dar algo a cambio”.

A la Universidad de Cienfuegos, en su aniversario número 45, David le dedica estas palabras:

“Durante 45 años has sido un hogar para los soñadores. Que los próximos años continúes siendo el motor que impulsa la creación y el adelanto. Feliz aniversario, a #MiCasaUCf”.

Elaborado por la Dirección de Comunicación Institucional. 

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